La importancia de crear una cultura empresarial sólida
Hace 70 años el Señor James Cain tuvo una visión: utilizar el potencial de Panamá para desarrollar una compañía única, que se posicionará como líder en el mercado y que elevara los estándares de servicios logísticos del país y la región.
Para hacer realidad esa visión necesitaba desarrollar el talento de las personas, inicialmente de su querida ciudad de Colón, y así prestar servicios a compañías multinacionales que comenzaban a utilizar Panamá como plataforma de operaciones.
J. Cain siempre se alineó al modelo de las multinacionales para poder ofrecer servicios de excelencia de manera consistente y que estén a la altura de los requerimientos de los clientes.
Ese desarrollo es clave para explicar la razón de una cultura con valores bien definidos que trasciende en oficinas y operaciones expandiéndose hacia las familias de los colaboradores.
Como señala el CEO de la compañía Luis Carlos Motta “nosotros debemos darle a los colaboradores las herramientas y las oportunidades necesarias para que puedan desarrollarse. Si una persona no es buena, hay que transformarla. Lo más fácil sería desvincularla. Pero aquí creemos que con el entrenamiento y capacitación correcta se puede sacar el mejor potencial de las personas. Convertirlos en lo que realmente pueden ser”.
“Hoy son más de 1500 familias dependiendo de J. Cain. Esa es parte de la responsabilidad social que tenemos. ¿Cómo hacemos que esos hogares sean felices?, que tengan una solidez financiera, que tengan una proyección a futuro. Eso es lo que nos llena de ganas y orgullo. Más que el crecimiento es el impacto que puede tener el negocio en la sociedad y la gente que trabaja con nosotros”.
Moviendo el Hub Logístico desde 1951
Han pasado 70 años desde que J. Cain inició operaciones con la visión del señor James Cain de ut
J. Cain se une al del Mes Contra el Cáncer
Como parte de nuestro programa mensual de RSE que impacta el eje Salud y Comunidad, en octubre, J.Ca
Nuestra Mística
Hay tradiciones que se transmiten de generación en generación y que se van incorporando al ADN de