Procesos de Valor Agregado para Farmacéuticas desde un Centro Regional en Panamá

Servir al mercado Latinoamericano puede ser un desafío para muchas compañías farmacéuticas. Aparte de los objetivos tradicionales de la cadena de suministro, como una respuesta mas rápida al mercado, el control de calidad, la gestión de la temperatura y la cadena de frío durante el almacenamiento y el tránsito, abordaremos una pregunta específica: ¿Cómo aseguramos el cumplimiento de la ley de cada país, sin obstaculizar la producción del producto?

Flexibilidad es una palabra clave al evaluar los servicios logísticos en América Latina. Un objetivo clave de la cadena de suministro en la industria farmacéutica es garantizar que los sitios de fabricación se centren exclusivamente en la producción y que los productos lleguen a los mercados apenas la demanda lo exige, todo esto cumpliendo con las regulaciones.

Panamá, el “Hub de las Américas”, ofrece una solución ideal para las empresas que buscan respuestas a las preguntas mencionadas anteriormente. Con áreas económicas especiales en los océanos Atlántico (Zona Libre de Colón) y Pacífico (Panamá Pacífico), excelente conectividad, incentivos fiscales, facilidad para hacer negocios, entre muchos otros beneficios, servicios de valor agregado y flexibilidad son de los más claves. Nos centraremos en comprender los beneficios de una operación de valor agregado en Panamá.

 

Imagine un escenario en el que su planta de fabricación tenga que garantizar cumplimientos regulatorios antes de enviar su producto a Honduras, Colombia, Costa Rica o cualquier otro mercado en América Latina. Sin la existencia actual de uniformidad y regulación conjunta en la región, es un gran desafío. Esto podría afectar la producción, ya que las ilustraciones, el capital de trabajo, los asuntos regulatorios, entre otros, deben estar alineados para la producción. Esto también aumenta el desafío, que una vez que el producto cumple con un mercado específico, debe enviarse y comercializarse dentro de él.

Los plazos de entrega desde las plantas de fabricación hasta los distribuidores pueden extenderse a 60-90 días y el riesgo o la caducidad del producto también aumentan drásticamente. Como se menciono al principio, en el mercado competitivo que vivimos hoy en día, es clave asegurar que las plantas de fabricación sean eficientes y se dediquen exclusivamente a la producción.

Un hub en Panamá para Latinoamérica resuelve muchos de estos problemas. En primer lugar, las plantas de fabricación solo tienen que asegurar que la producción se lleve a cabo. Los productos se pueden enviar a granel o con empaque estándar, haciendo las plantas de producción mas eficientes. Otro beneficio importante es que una vez que los productos llegan al Hub, el inventario es flexible para cualquier mercado. Si las proyecciones de demanda no son precisas, un mercado vende de mas y otro vende de menos, el inventario sigue siendo regional y no es específico de un mercado. Una vez que la demanda es confirmada, un sitio de valor agregado permite la flexibilidad para modificar cualquier empaque farmacéutico.

Esto nos lleva al detalle de posibilidades que existen en el proceso de valor agregado, las cuales incluyen el trabajo tradicional como la impresión “ink-jet” de información regulatoria (número de registro, ventas institucionales, muestras, etc). Otros tipos de trabajos incluyen empaques secundarios, folletos y empaques comerciales especiales para bienes de consumo. Todo esto realizado en un entorno GMP, regulado y auditado. Lo mejor de todo esto puede ser el tiempo de respuesta desde la recepción del producto, el proceso de valor agregado y la exportación, que puede ser un ciclo de 24-48 horas. Con los vuelos diarios desde Panamá a las principales ciudades latinoamericanas, los clientes pueden tener productos en destino 48-72 horas después de que el producto se envíe al Hub de las Américas.

 

 

Lo más probable es que el futuro siga evolucionando a medida que el modelo actual aporte tantos beneficios que es posible aprovechar aún más. Posiblemente estemos buscando empresas que estén evaluando empaque a granel y transportar de las plantas de fabricación a sitios de reempaque en la región para hacerles todo el empaque secundario y terciario. Esto permite aún más productividad y fabricación más eficiente, más flexibilidad en el inventario, y superar los desafíos y la variabilidad en las regulaciones de los diferentes mercados. Esto se puede lograr sin dejar de tener tiempos de entrega más competitivos en la red de distribución debido a la excelente conectividad de Panamá. Será muy interesante ver la evolución de este proceso dentro de los próximos cinco a diez años.