El estándar de calidad y los detalles que marcan la diferencia
Mantener y elevar los estándares de calidad no sólo es cuestión de disciplina. Es la preocupación constante por el detalle y por el desarrollo -y cuestionamiento- de los procesos particulares que manejamos con cada uno de nuestros clientes.
Si vemos la oportunidad de mejorar y optimizar uno, lo vamos a cambiar para generar eficiencia.
Y eso lo entiende muy bien nuestro equipo de Calidad de J. Cain. El departamento tiene tres grandes ramificaciones: la parte estratégica, el aseguramiento de la calidad y por último su gestión.
La primera, tiene que ver con visualizar qué hay más allá de lo que el horizonte permite ver, para efectos de adecuar el curso del navío a las condiciones del ambiente que pueda haber más adelante o a condiciones diversas. En otras palabras, estar pendiente de las tendencias y anticipar las situaciones para que la operación se mantenga siempre en un punto óptimo.
La segunda arista es el aseguramiento de la calidad a través de la documentación y capacitación constante de los involucrados en la operación para que la información de procedimientos esté completamente estandarizada y no exista ni un mínimo de falta de claridad en los procesos para que se cumplan a cabalidad de acuerdo a lo establecido.
Y por último está el control. La forma de cómo nos aseguramos de lo que estamos haciendo -incluyendo el chequeo de la infraestructura y los insumos requeridos para ello- se está realizando de la manera correcta.
Para elevar los estándares de servicio, nos preocupamos siempre de cuidar hasta el más mínimo detalle.
Cómo seguir a la vanguardia
La respuesta es simple: Nuestro recurso humano. En ellos radica el crecimiento sostenido de J. Cain
El Efecto UAUU
¿Cómo podemos exigirnos para dar lo mejor de nosotros? Porque aunque elevar los estándares de ser
El qué, el por qué y el cómo del benchmarking de la cadena de suministro
La evaluación comparativa o benchmarking es la práctica de comparar los procesos comerciales y las